lunes, 8 de junio de 2009

La paciente bienvenida a una muerte tranquila.

En silencio te hacía compañía, mientras blancas mariposas te daban la despedida y las lágrimas trágicas de todas las personas alrededor tuyo se negaban a creer que al final que te marcharías, más pronto que tarde, más tarde de lo que pensaba, pero en realidad, no somos quién para controlar a nuestro amo el tiempo.

Tu icaresco vuelo llegó a su fin, estrepitoso, bizarro y muy admirado, no cualquiera cae de la manera en que nosotros lo hicimos, mas tranquila, aquí callado yo te cuido, ¿Recordás las palabras del gigante?, "andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos", cuando mis alas se derritieron jamás imaginé que te volvería a ver, siempre pensé que no hay nada más allá, y cobardemente te borré de mis últimos pensamientos en ese momento. Luego desperté, y no lo creía posible, sin pedirlo al lado tuyo amanecí, contemplando tu rostro, y respirando tu pelo, abrazando tu cuerpo soñaba que sentías los latidos de mi corazón.

Me ignoraste y me lastimó, no lo entendía, claro, no me veías, y entonces, decidí fielmente explorar este nuevo universo, sin tu compañía y sin esperar nada que procediera de tu libro de creaciones. Seguiste creando y yo regresé a tu lado, sonreí y fui feliz viendo tus trazos, los colores, me sentí en un cielo que no había descubierto aún, fue entonces, cuando me juré acompañarte.

Debo admitir que aquí el tiempo es más lento, y siempre ves gente nueva, ayer conocí a un hombre con un corte en la cabeza, y si tenemos suerte tal vez lo pueda ver para regalarle este sombrero que encontré, así podrá ocultar su herida sangrienta. Muchos de ellos también esperan a alguien, es tan surrealista, es como esas películas románticas estúpidas que tanto te gustaban, con la excepción de que no planeo salvar al mundo desde aquí y mucho menos usar a un intercesor para hablarte, pues es un mito urbano.

También debo contarte que yo fui ese aire helado que sentiste recorriendo tu nuca, cuando desististe a saltar al río, la verdad no me hubiese gustado que pasara así, prefería que partieras cuando el tiempo quisiera, no somos quien para decirle cuando hacer las cosas.

Es gracioso, yo hablando de tiempo que no tengo, o que tengo en exceso, pues todo es distinto cada día. Esta bien. No quería interrumpir, ya va siendo hora, tranquila, tranquila, respira, y mira por ultima vez a este mundo al cual viniste para morir, y bienvenida al nuevo universo, donde viajaremos entre las estrellas sin rumbo alguno hasta que nuestras almas se encuentre otra vez.