sábado, 28 de mayo de 2011

Solo para conversar

A Mercedes, o de Mercedes.

Donde quiera que vaya veo tu sonrisa y escucho tu música,
trato de evitarlo, pero me es imposible no recordarte,
en sueños converso, a través de todo, menos del invisible espejo de la realidad.
Sigo viendo la vida tras un velo enmarañado de deseo, no es correcto.

Desnudas viajan mis ideas por cada paso inmensamente ambicioso,
en cada uno he descubierto mis secretos, y el fuego y el hielo,
la desesperación y el olvido, el agua, el viento y, pues, el polvo.
Sigo víctima de mi ansiedad incorregible, no es lo correcto.

Y te veo, te vuelvo a ver tan poderosa y asequible, como esas olas en medio del mar,
el mar que rodea a la Luna y la envuelve en ese mágico color,
solo tengo que inventar la manera de llegar a ella, para llegar a vos,
seré tan fuerte como para bordar con mis alas al cielo? será lo correcto?

Será pronto el día en que mi mente haga implosión en un millón de colores y notas
y entonces podré decorar cada parte de tus ideas que estén en blanco y negro,
ahí dibujaré las mías, paralelas a las tuyas, y como el pescador que descansa al sol
con la simple excusa de pescar, haré lo que él realmente hace, conversar con el océano, creo que es correcto.

Todas mis ideas se equilibran en vos y forman una sola, hacer esa escalera,
para poder llevarte flores, regalos, palabras, y mi voz, solo para conversar.
Después de todo, es lo correcto.