viernes, 6 de febrero de 2009

"Cruza el amor, y yo cruzaré los dedos". Eso fue lo ultimo que le dijo antes de marcharse, ella lo creyó, también pensó que si lo esperaba el amor volvería a nacer, y serían felices para siempre. Él solo le dejo una frase de canción, y no es que lo juzgue de ser poco imaginativo, pero desde el fondo pienso que no fue sincero.

Pero mi opinión no es tan importante, el punto, y no quiero que nos desviemos del tema, es que ella le quedó esperando, y así paso no cinco, o diez, si no, veinte años de su vida, ahora, es una mujer con cuarenta desdichada, lanzada al capricho del tiempo, que muy cruenta e intencionadamente se corrió más lento de lo que debía haciendo hasta ahora que cada día de su vida fuera un océano de nervios, ríos de lágrimas y lagos de amarga resignación. ¿Cómo el amor pudo hacer tanto?, él se jugaban todo, pero, las posibilidades de que saliera mal eran mínimas.

Por eso creo que él no fue sincero, porque pienso que no perdió, pienso, que el sobrevivió su batalla, libró sus culpas y desde el infierno que vivió por un tiempo renació de sus cenizas, pero al renacer la olvidó; por que era parte de su pasado, tal vez, o porque, no fue nada más que una pasión juvenil que al encontrar la realidad pasó al segundo plano.

Ella le fue fiel en su mocedad, él, hizo una familia lejos de su lugar de juventud, ella lloró noches en búsqueda del amado, según el mismo me contó, encontró a su nueva esposa al mes de haberse marchado, pero ¿por qué lo hizo?, por que no quería verla sufrir y pensaba que con el tiempo ella iba a olvidarlo, pero se nota que jamas la conoció, unos dicen que nunca quiso conocerla, y lo creo, pues si hubiese querido conocerla recordara que ella tenía palabra, y luego que él le dijo, "cruza el amor, yo cruzaré los dedos" ella le juró esperarlo, y lo hizo, con el beceplácito del joven por eso creo que él no fue sincero.

Mas, eso, ya no tenía importancia, porque mientras ella regaba el jardín, el sol apareció después de tanto tiempo, tenía la forma de ese joven que la había hecho jurar amor, un chico de 17, que en unas miradas le robó el corazón, ¿por qué lo hizo?, no sé, ¿por qué un chico de esa edad?, tal vez porque le parecía justo, pues esa era la edad que ella tenía cuando se sentía viva.

Y pasó el tiempo y se entregó a sus pasiones, y el joven le amó y ella le quiso más de lo que algún día pudo imaginar, no habían intrigas, y nadie quiso ser otra persona, el joven que apareció no era de allí, era un caminante como aquel que la dejó hac mucho tiempo atrás, pero él no huía de nadie que le quisiera matar, este joven solo quiso caminar, hasta llegar a su lugar que era con esa mujer, esa mujer que tenía la misma inocencia que él.

-Un regalo de la vida, puede ser, devolverle al amado en el mismo tiempo, aunque en ella se marcaran los veinte años de espera, por eso imagino no lo quiso soltar, por eso se quedó en él y él en ella-.

Más días pasaron, y de pronto el tuvo que salir, tenía que regresar a casa, allá estaba la chica que le amaba, la chica a la que le dijo "cruza el amor, yo cruzaré los dedos", aunque antes de irse quería pasar la ultima noche al lado de esa mujer, a la cual le dijo en ese ultimo segundo juntos "ahora que puedo amarte, yo voy a amarte de verdad".

¡Triste agonía, maldito segundo!, en ese momento los cristales se rompieron, y las nubes se desvanecieron, en ese instante se rompió el velo de sus ojos, y se dio cuenta que no era más que el hijo del que una vez amó. Luego pensó, se hizo justicia, y ya no tengo que esperarle más, pues estuvo conmigo al fin.

El chico se marchó y ella se entrego al mundo, decidió caminar, y caminó, hasta el final de sus días.

domingo, 1 de febrero de 2009

Tres momentos distintos.

Enero 29, 2009
Jinotega, Nicaragua

Tres momentos distintos o solo baila conmigo.

A Ella.

I.
Quisiera mostrarte el mundo, quisiera darte algo, si fuera suficiente lo que está en mis pobres manos, si pudiera al menos tenerte a mi lado, creo, que sería feliz.
Sería feliz si tu risa me contagiara las mañanas, o tan solo ver tus ojos para que volara mi alma, contigo mi camino sería más ligero, porque vamos juntos hasta el mismo fin Eterno.
Pero, como siempre nada es perfecto, falta que alguien deje a un lado el miedo, que nos ata y nos castiga, no nos permite estar juntos, ese miedo que hace eterno cada segundo que no estamos cada uno al lado de otro.

Las aves cantan acá, todas ellas haciéndose compañía, yo solo escribo, y aquí te siento musa mía, mas luego despierto y extraño tu cercanía, entonces lloro en silencio, teniendo de testigos a la armonía del lugar, el viento helado, el sol y la felicidad de los que están a mi alrededor como una burla irónica a lo que puedo sentir yo.

II.
La felicidad gira al lado mío, la despedida de unos niños a la libertad sublime, la compañía de amigos que pasarán más mañanas juntos... todas las ciudades tienen algo que yo no tengo, aquella la belleza, aquella el corazón, ésta la libertad, ¿en cuál estará la razón?.
Las aves cantan en todo lugar, se siente la paz de la muerte y la felicidad del nacimiento, se siente esa dulce mezcla de contrastes, no es verdad no siempre chocan.
El bosque esta sobre mí, el cielo es inmenso, ¡qué hermoso lugar el que Dios y humano han hecho!.
Por eso es que ahora te digo, vamos, bailemos un vals en el centro del pueblo, acá están tan felices, nos ignorarán lo prometo, bebamos el dulce licor de ser nadie, y fundamos nuestras almas, no es necesario ni un beso, solo déjame tomar tu mano, si quieres callamos y miramos, el hermoso fenómeno de que se acerco el cielo para poder contemplar la complejidad de este momento.

III.

Vivimos en el interior, el exterior es solo un reflejo, lo puedo sentir, cada segundo es una canción distinta, lo puedo distinguir, cada hoja lo disfruta, cada árbol fiel testigo y partícipe de todas las danzas invisibles que a nuestro alrededor suceden, Baco ha llegado y junto a él unas cuantas ninfas ríen despertando el espíritu de los árboles que juegan en todas partes, y claro El Inventor siempre observando su amada creación.
Por eso creo que no hay mejor razón mi vida y por eso te digo, danza conmigo en el centro del lugar para que podamos juntos este día empezar, para que pueda quererte, para que pueda soñarte, y para que al despertar, a mi lado ahora si puedas estar.