Almas, niños, rutina, muerte, Nicaragua, ¿felicidad?, Hola de Nuevo

Como puedo excusarme, simple y sencillamente las musas se habían olvidado de mi, no sé, a lo mejor ahorita hay demasiada demanda de ellas, ustedes saben las fechas y, pues, ellas no dan abasto para todo, tampoco quise usar a la razón, porque musas y razón por separado no hacen las cosas bien y solamente hubiera dejado un texto vacío aunque de seguro con mucho contenido, y para ser franco lo que mas me gusta de escribir es expresar mis emociones.

Reflexionando un poco sobre la rutina el día de ayer mientras esperaba a alguien, me di cuenta que además de lo que ya sabemos, que es esclavizadora, realmente no es vida, no es algo que se haga precisamente del corazón, etc,. Noté de que en realidad para muchas personas, eso que llamamos muerte (rutina) es la vida, me di cuenta de que en el mundo hay gente que solo caminan y que la rutina es su única razón para vivir, un trabajo, una persona, no sé, me entristeció mucho ver que en el mundo caminen tantos sin fuerza en su corazón para empezar de nuevo, es doloroso ver esos rostros de frustración porque todo lo que han hecho de su vida, fue en piloto automático, porque nunca tuvieron la opción de decidir y solamente siguieron el camino impuesto.

Más doloroso aún, vi niños -quienes deberían ser los más soñadores- con rostros de desahuciados, con caritas cansadas de la vida, y con esa pregunta del millón, ¿que hice yo para merecer esto?, porque no puedo ser como ese niño que lo tiene todo, o lo que se puede preguntar esa niña que apenas aguantaba esa varilla donde llevaba los jocotes y los mangos enganchados, ¿por qué a mi?, ¿por qué no fui una de las nietas del rey?, aunque a lo mejor yo voy demasiado lejos, y lo único que ellos querían era ganar algo de dinero para que sus padres no les pegaran esa noche.

Dicen que aunque seamos tercer mundistas (y no seamos hipócritas que aquí yo no veo un país en vías de desarrollo) somos mucho más felices que los primer mundistas, puede ser, pero eso es solo un consuelo estúpido de perdedores, ¿ por qué seremos más felices realmente?, por nuestra manera de ser, nuestra identidad cultural es más calurosa, por el malinchismo que nos hace amables, por que en nuestra mente no andamos solamente números, o porque olvidamos fácil y luego caemos en el mismo error que nos tiene así, creo que creemos demasiado.

En Nicaragua necesitamos una revolución mental, necesitamos más actitud, necesitamos sentir a nuestro país, necesitamos sentir a nuestra gente, ver en cada nicaragüense un hermano, y luchar por que pueda cumplir sus sueños, pero sobre todo, luchar por no ver a esos niños en la calle, siendo parte del paisaje de la ciudad dormida. Es cierto, no podemos correr si no hemos caminado, pero no nos quedemos en correr como una meta, pensemos en volar, no es una lucha por ser un país rico, ya lo somos, es una lucha por ser un país realmente feliz, para eso necesitamos dinero, pero no es necesario vender al país a el mejor postor o demonio para obtenerlo.

Un beso mis amigos, un beso hermanos, espero que mi punto fuera claro.