domingo, 5 de abril de 2009

El milagro que nos da el Alba.

Y el día se torno de colores miles,
desnudándose el sol en el oriente,
sonrosaba tu rostro como las nubes
esa dulce mañana en la playa, tu escondite.

Sentada en las piernas de la soledad
mirabas ese embriagante paisaje atónita,
un poco abstraída sin ninguna finalidad
en ese cielo absoluto que te hacía sentir anónima.

Todo el lugar absorto de ruidos,
solo la armonía natural que cantaba,
a la voz de las olas y diversos sonidos,
que juntos todos se complementaban,
para que tu corazón no les abandonara.

Vos perdida, vos callada, yo viéndote,
a vos y al alba,
para que yo pudiera verte,
como merecías ser admirada
no podía ver tu rostro, debía ver el alma.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mario Mario, el árbol sea tu guia.

-L-

Mario Alejandro dijo...

¡¡¡¡¡¡Pero eso que significa!!!!!!, ¿¿¿¿te gusta o no????

Gabriela Gutiérrez dijo...

Con el ritmo de las olas y el correr del viento, esperaba se fuera su pena más íntima. Pero la noche transcurría y con ella se iba lo q hasta ese momento creía ser cierto.
Su dolor solamente aumentaba y su sonrisa se desvanecía; la esperanza también...
Gabriela Gutiérrez, 14/05/09.