jueves, 20 de marzo de 2008

Señorita, hablemos mientras el barco se hunde.

Vuelta, giro, derecha, izquierda,
arriba, abajo, señorita no se pierda,
al cielo, apunte, atraviese las nubes,
rápido, antes de que el sol nos alumbre.

¿Qué si me provoca algo?,
señorita, desde hace tiempo esto es hasta mi cama,
ya todo lo bonito, en mí, es un recuerdo vago,
y el amanecer murió, cuando murió mi alma.

¿Para qué hacemos esto?,
pues, puede ser algo muy diverso,
tal vez para cambiar el universo,
no sé, lo que usted se haya propuesto.

¿Qué voy hacer?
solo le diré que amaba este barco,
dispare la bengala que ya va a amanecer,
salte los obstáculos y dispare, como el dije antes.

Apúrese, se desespera la gente,
para ellos morir es cosa seria,
si supieran que para mi es una recompensa.
Ya. Bien hecho, cuidado con la frente.

Abajo, recuerde, abajo.
Salte al bote, fue un gusto conocerla,
sus preguntas obvias, obvio que me fastidian,
pero me gusto mucho acompañarla este día.

No, yo no salto, el capitán se hunde con su barco,
al fin puedo disfrutar de esta brisa,
llego la muerte que tanto busque en mis días
a darle fin a mi arduo trabajo.


2 comentarios:

Stanley W-M dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
efimera83 dijo...

me encata este, es lindo...me encato haber estado junto a usted en el mismo barco mi capitàn, dejeme decirle que haber sido parte de su tripulaciòn y haber sentido la brisa de la noche junto a usted...fuè lo mejor...no fue bueno, pero si lo mejor, lo mas triste es el final. Pero que mas da si de eso se trata de vivir el principio y un final..