Talvez podría mentirte sin razón, mientras me siento a tu lado y pienso en anacrónicas historias, anécdotas de teléfono, memorias polvosas y sentimientos reavivados, ¿solo es un cuarto de hora? acciones rezagadas que de pronto se plantan en mi presente, en el silencio de la música no puedo mentirte, no lo esperaba, menos que pueda jurar que lo deseaba, estabas y yo estaba, un segundo mal entendido y se confundieron nuestros gestos, mi amor sincero?, ni tan sincero, verás con el tiempo que no fue más que un desliz, una fugaz anécdota que no contaré a nadie porque la mejor recompensa es el silencio y los ojos que brillan contando toda la verdad.
Mañana partiré a ningún lugar, y todo quedará sepultado en el mejor de los cementerios, creo que tenías razón, soy como todos los demás, talvez es algo patológico, pero no te mentiré, ni te diré que te amaba. Mejor que eso, tomo una copa y me retiro de este juego, porque las ruletas rusas a mí, no se me dan, me marcho y asumo mejor que mi participación fue, usando esa palabra tan trillada que me tiene llegando al hartazgo, efímera.
Me parece una buena idea, espero que no te moleste, y que no te lastime tanto, aunque, creo querida, que tampoco me importaría tanto.
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